Hello Hello…
Ahora me toca darles una receta que sencillamente la preparé más rápido de lo que canta un pájaro. Fue uno de esos días en los que no sabes que hacer, abres el refrigerador y te das cuenta que no tienes muchos ingredientes. Solamente encontré mis básicos.
He estado practicando mucho con lo básico que debo tener en mi vida, ha sido todo un reto, sobre todo porque me di cuenta de cuántas cosas he comprado sin sentido alguno y que adquirí solo por el placer de comprar y siempre justificando el motivo. ¿Saben cuántos electrodomésticos me gusta comprar? ¿Saben de todos estos cuántos utilizo? Lo peor de todo es que siempre termino utilizando mis manitas ¡las herramientas más hermosas!
Cuando vamos al supermercado compramos de todo y acabamos tirando a la basura muchísimos productos porque no supimos utilizarlos o no encontramos tiempo para cocinar. Es increíble el desperdicio de alimentos.
No entiendo porque nos llenamos de cosas y sentimos que si no tenemos mucho no estamos completos, algo nos falta, no competimos con la sociedad o muchas veces es: -“por si acaso lo necesitamos” -. Lo más difícil de creer es cuánto tiempo invertimos en todo esto y dejamos de darnos la oportunidad de experimentar con lo básico que la vida nos ofrece.
Pero bueno, la vida está llena de aprendizajes y ahora estoy tratando de tener mis básicos, no solo en cosas materiales, también personales. Trato de rodearme de gente positiva, personas básicas para mi crecimiento espiritual y sobre todo aprendiendo a minimizar mis "necesidades".
Utilizando los básicos en mis ingredientes es como llegué a experimentar con esta receta. Nada mal para una cena deliciosa.
Utilizando los básicos en mis ingredientes es como llegué a experimentar con esta receta. Nada mal para una cena deliciosa.
Lumaconi con Pollo al Limón
4 porciones
Ingredientes
1 Kilo de Pollo (ya sean piezas o filetes de pollo)
Harina
2 ajos fileteados finamente
1 Poro (puerro) (mediano) rebanado
1 limón amarillo (la ralladura y el jugo). El limón verde es un poco ácido para esta receta.
1/2 naranja (la ralladura y el jugo)
1/2 taza vino blanco (seco)
1 manojo de perejil picado
Sal y pimienta al gusto
1 paquete de Pasta Lumaconi (o alguna pasta de tamaño grande)
Aceite de Oliva
Queso Parmesano, rallado
Colocar un poco de harina en un plato extendido y sazonar con sal, pimienta y perejil. Revolver bien y empanizar muy ligeramente las piezas de pollo, sacudir el exceso de harina de cada pieza y reservar.
Calentamos un sartén a temperatura media alta, agregamos aceite de oliva y se frien las piezas de pollo solamente hasta que tomen un color doradito, no colocar todas las piezas al mismo tiempo porque bajarán la temperatura del sartén y solo se cocerán. Retirar las piezas del fuego y reservarlas en un plato.
A ese mismo sartén se le añade más aceite de oliva y bajamos un poco la flama, agregamos el poro y el ajo, freimos un poco hasta que estén un poco suaves, no dejar que el ajo se queme. Añadir el vino blanco y con la cuchara despegar todos esos pedacitos de piel que soltó el pollo al freirlo (esos nos dan un sabor delicioso). Cuando el alcohol del vino se evapore y no suelte más olor, agregamos el jugo de limón y de naranja, la ralladura de ambos y el perejil picado. Salpimentar al gusto.
Es importante probar esa salsa y ajustar los condimentos. Cuando quede a nuestro gusto entonces vaciamos el pollo y lo cubrimos con la salsa. Lo dejamos cocinar unos 10 minutos destapado. El jugo espesará solo lo necesario.
Mientras tanto, ponemos a cocer nuestra pasta. En Italia aprendí que el agua para cocerla debe estar muy salada y con buena cantidad de aceite, eso le da sabor y no la dejará seca.
Una vez que está la pasta al dente, se coloca en la base donde será servida o en cada plato individual, agregar un poco de aceite de oliva en forma de hilo. Agregar el pollo y todo la salsa procurando que cada pieza este cubierta.
Rallamos queso Parmesano fresco y más perejil picadito. WOW... buenísima.
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